NADIR rompe su propio esquema y apuesta con su primer reggaetón “Argentina buscapina”. El autor describe a Argentina como su veneno y medicina, con drogas y hábitos nocivos.

NADIR encuentra una manera distinta de expresarse líricamente a través de la música que suena en su cabeza. Se lamenta de sus propias adicciones y de la dificultad para encontrar equilibrio. Este reggaetón no es convencional: tiene guitarras eléctricas con un sonido distorsionado y saturado. Sobre el final de la canción, luego del intenso perreo, llegamos al clímax de la misma con una ronda para un pogo demoledor.
Sus canciones cuentan a flor de piel sus verdades, ya se trate de un tema profundo o de una simple anécdota. Se aventura en la poesía para contar historias reales o inventadas, ya sean reflexivas o simplemente divertidas.
La creación musical es un juego para este artista que desde niño le sienta muy fácil abarcar varios estilos musicales, siempre yendo en busca de su propio sonido.