El ‘Museo a Cielo Abierto Huellas de Dinosaurios’ de la ciudad mendocina de Malargüe, zona donde una manada de dinosaurios titanosaurios caminó hace 70 millones de años y dejaron marcadas sus huellas, “únicas en su tipo en el mundo”, avanza en su construcción con la entrega de $ 2 millones, informó este sábado a Télam la paleontóloga María Belén Tomaselli.
Los fondos otorgados recientemente por el Gobierno provincial al Municipio de Malargüe fueron destinados al proyecto “Desafíos en un museo a cielo abierto”, en el Parque Municipal Cretácico Huellas de Dinosaurios, para preservar y conservar los restos fósiles in situ favoreciendo su potencial de exhibición con cartelería y modelos tridimensionales de los yacimientos y huellas, para ser visualizados interactivamente por los visitantes.
Sobre este proyecto, el paleontólogo Leonardo Ortiz explicó que la idea es “darles visibilidad a aspectos científicos que tienen que ver con el estudio de las huellas de dinosaurios que se encuentran en el lugar”, ya que “se vincula el conocimiento científico, la preservación patrimonial y el turismo, a fin que las personas puedan gozar del conocimiento que hemos obtenido a nivel paleontológico de las huellas”.
Estudios realizados por el equipo de investigación del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la Universidad Nacional de Cuyo develaron que al menos cuatro titanosaurios de tamaño mediano (7 a 16 metros de longitud) se desplazaron juntos en sentido norte a sur a unos 4,3 kilómetros por hora en Malargüe, sur de Mendoza, y al límite con Neuquén.
Uno de estos individuos era un juvenil de 7 metros de longitud, cuyas huellas quedaron fosilizadas de forma paralela a las de un individuo adulto que lo duplicaba en tamaño; y además en este mismo lugar, hay huellas aisladas de terópodos, que eran dinosaurios carnívoros y bípedos.
En el mismo sitio, pero 11 millones de años antes de este evento, también se registran huellas singulares las cuales pertenecen a dos dinosaurios saurópodos de tamaño mediano (9 a 11 metros de longitud), que caminaron a 2.9 kilómetros por hora por la planicie de inundación de un sistema fluvial.
A solo 14 kilómetros al suroeste de la ciudad cabecera de Malargüe, se construye el ‘Museo a Cielo Abierto Huellas de dinosaurios’ que planea abrir la próxima primavera al público, el que se asombrará al observar los senderos de huellas que presentan una preservación excepcional ya que exhiben las impresiones de las garras de los pies de estos animales.
Todo surgió en 2006 cuando el paleontólogo mendocino Bernardo González Riga descubrió y estudio las primeras huellas del sitio.
Luego de más de 15 años de trabajos continuos, se dieron a conocer decenas de investigaciones realizadas por el Equipo del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la FCEN-UnCuyo.
El año pasado, luego de exhaustivas investigaciones, el equipo de investigación realizó un importante trabajo liderado por la paleontóloga Tomaselli dónde estudiaron unas nuevas huellas y las denominaron Teratopodus malarguensis, en referencia a las “garras monstruosas de Malargüe”.
Así, el sitio Agua del Choique continúa siendo motivo de constantes descubrimientos, constituyendo una ventana hacia el pasado y hacia los últimos dinosaurios que habitaron la Tierra hace más de 70 millones de años.
El museo a cielo abierto tendrá un edificio con sala de interpretación, una gran recepción y entrada con llamativo pórtico alusivo que ya está en etapa de finalización.