El rapero Dani Ribba, uno de los primeras figuras del Quinto Escalón que saltó del freestyle a las grabaciones musicales, señaló que su primer disco titulado “La Melodía” fue clave para “plantar una bandera” para “afianzarse” en la escena musical nacional, al conversar con Télam antes su llegada de este viernes con banda completa al porteño Niceto Club.
Su llegada al venue de Palermo se produce en el medio de una gira que lo tuvo sobre escenarios de España y México, que superó sus propias expectativas e incluyó paradas en festivales como el Boombastic, tanto en su edición en Madrid como en Canarias, y donde compartió cartel con otras caras conocidas para el público argentino como Bizarrap, Duki, Mora, Eladio Carrión, Tokischa, Bad Gyal, Villano Antillano, Natos & Waor, Ptazeta, YSY A, Taichu Emilia, Neo Pistea, entre más.
“Esta gira me dio un montón, porque si bien tenía las expectativas altas también era presentarme con mi primer álbum. No me imaginaba tanto aguante también en lo internacional. Fue muy loco ir a México y España para mostrarlo y que fuera recibido igual que acá”, contó Ribba.
En ambos países, cunas de grandes raperos del mundo hispano, pudo palpar en primera persona la admiración de sus colegas hacia el crecimiento y la unidad de la escena argentina: “Es una locura el recibimiento para los argentinos. Siempre que vas a otro lugar se impresionan con lo que generamos y quizás uno desde acá no se da cuenta, pero cuando salís nos suelen destacar lo que estamos creciendo y lo unido que estamos, así me lo hacen saber siempre y seguro que a otros colegas les pasa lo mismo”, relató.
“Desde el principio de la escena argentina que se notó esa unión, también porque todos venimos como del mismo lado y hay otra relación aparte de la musical. Afuera ven que esa unión nos sirve para seguir impulsándonos en general desde lo colectivo. Y creo que pasó porque también es algo bastante generacional. Venimos todos de la misma y quizás en otras escenas eso no pasa tanto de que todos hayan arrancado de un mismo movimiento. Ese es como nuestro plus”, reflexionó sobre la potencia del semillero de las plazas y las competencias nacionales.
“Tengo ganas de hacer un álbum, pero ahora se viene en un par de singles más que estuve trabajando. Puede ser que “Antes que sea tarde” sea un adelanto de un nuevo disco. Sin embargo, por ahora estoy disfrutando mucho más de las sesiones, haciendo canciones buenas y conectado más con el día a día, sin pensar tanto en embarcarme en un proyecto de álbum.”Danni Ribba
Con producción de Brian Taylor y Tatool, la misma dupla que se llevó todos los galardones en los últimos Premios Gardel por su aporte a “Bien o Mal”, el segundo disco de Trueno, es que Ribba configuró un repertorio donde conviven en armonía diversos géneros como el rap, el R&B, el reggaetón, el pop y la raíz latina, y aparecen invitados como el propio rapero oriundo de La Boca en “Sin Drama”, además de Duki (“Lo Olvidaste”) y Tiago PZK (“Cuando me ves”).
-Hoy estás plenamente dedicado a tu carrera como artista pero ¿qué tan distinto es el chip de la creación respecto al del batallero? ¿Es difícil regresar a esa faceta después de haberte lanzado a la música?
-Es muy complejo ir en paralelo con las dos. Hasta ahora, cuando vuelvo es en plan de ir a una exhibición como hice hace poco y ahí no se complica tanto, pero es difícil más que nada por el contexto. También es cierto que cuando el enfoque está puesto en la música, es mucho más difícil concentrarte en el lado de la competencia, donde uno siempre quiere dar todo y mantenerse en ritmo. Después también por la percepción de los demás: porque ya no hay igualdad de condiciones si estás en paralelo con la música. Eso es lo que más choca en el mundo del freestyle respecto de la música. Pero si vas a hacerlo en plan para divertirte como lo hago yo cada tanto, que no me preocupo porque voy a hacerlo porque tengo ganas y después sigo enfocado en lo mío, en ese plan no se chocan.
-En tu última batalla en FMS contra Trueno en 2019, tiraste una barra que decía que le habías “perdido el gusto a la compe” pero que habías “agarrado el de la melodía”, frase que honrás con el título de este disco. ¿Qué te pasaba por la cabeza en ese momento, cuando todavía no había tantos batalleros que ya hubieran hecho ese salto?
-No, es verdad que no había tantos, pero era algo que yo ya tenía en mente desde hacía un tiempo. De hecho, durante un tiempo luché para intentar hacer las dos en paralelo pero ví que no funcionaba. Ya estaba un poco cansado de la vibra del ambiente y quería estar más en la mía. No quería ir con mala onda a algún evento de freestyle, sabiendo además que a mí no me gustaba perder. Ya era toda una energía destinada y empecé a preguntarme ¿cuánto me suma esto de haber rapeado bien, pero perder e irme enojado? ¿Cuánto me llena? Poniendo todo en la balanza, elegí la música que era algo que me llenaba y que no me generaba quizás tanta presión. Apenas terminó esa temporada de FMS, me volqué para ese lado.
-Y de esa decisión vinieron primero varios años de singles y el año pasado saliste con este primer disco titulado “La Melodía” ¿Qué significó hacerlo y cómo fue trabajar en la producción con Brian Taylor y Tatool?
-La verdad que para mí significó muchísimo porque fue como la transición definitiva del freestyle hacia la música. Fue plantar una bandera, por así decirlo, y afianzarme en la escena musical. Quedaron tremendas producciones en lo que es el sonido del álbum, además de un aprendizaje que me llevó a crear un concepto. Ya no era solamente un single; era hacer un álbum entero que, al final, me terminó enriqueciendo de mucha data y me ayudó a prepararme para los siguientes. Es un primer paso que di en la escena que me puso muy contento. Y trabajar con Brian y Tatool fue especial porque además son mis amigos; hay una confianza y una energía que se transmite y hace que siempre se llegue a buen puerto. Después está la conexión entre ellos dos que se complementan muy bien. Brian viniendo más del rock y Tatool de algo más nuevo y apoyado en los sintetizadores. En las canciones del disco está ese híbrido entre los instrumentos y la computadora que le dio un equilibrio justo para que todas tuvieran un color muy lindo. La verdad es que los pibes son una máquina y fluyó bastante bien todo; también yo tenía tanta data para bajar que se me hizo mucho más fácil por tratarse de un primer álbum.
T: En abril sacaste un nuevo single titulado “La Vibe” y ayer un segundo llamado “Antes que sea tarde” ¿Son solamente singles o funcionan como adelanto de un segundo disco? ¿Estás para otro desafío así?
-Tengo ganas de hacer un álbum, pero ahora se viene en un par de singles más que estuve trabajando. Puede ser que “Antes que sea tarde” sea un adelanto de un nuevo disco. Sin embargo, por ahora estoy disfrutando mucho más de las sesiones, haciendo canciones buenas y conectado más con el día a día, sin pensar tanto en embarcarme en un proyecto de álbum. Al menos de acá a seis meses; después sí me encerraré a buscar un concepto y demás, pero siento que fue hace poquito que vengo de hacerlo para ese primer disco, entonces como que estoy tratando de desbloquear nuevos “skills” en el estudio, probando cosas nuevas.
“El final del Quinto Escalón sirvió para que se abrieran caminos hacia la música”
Para Dani Ribba el final en 2017 del Quinto Escalón, la competencia de batallas de rap más importante de la historia a nivel mundial, se produjo en el “momento justo” y significó “cortar una parte del árbol para que crecieran nuevas ramas” y empezaran a “abrirse los caminos hacia la música”.
A partir de ahí todo “empezó a diversificarse mucho más” y “el quiebre del Quinto, más allá de lo que significó y de la nostalgia que quedó” dejó un espacio vacante en la escena de las batallas que facilitó en 2018 la llegada de la FMS, donde Dani estuvo presente en sus primeras dos temporadas.
Por decisión de su fundador Alejo Nahuel Acosta, conocido artísticamente como YSY A, se daba paso a una nueva etapa y al surgimiento de la escena del trap, una historia más que conocida por la relevancia que apenas unos años después cobraría, entre otros, la figura de Duki, que sigue elevando la vara con su llegada a los estadios.
“A mí no deja de sorprenderme. Si bien ya sé que el Duko es una bestia y que cualquier cosa que haga o anuncie puede ser esperado. También me pone muy contento ver que arrancamos todos juntos. Cada logro de él o de cualquier otro es un aporte a la escena en general, porque están aportando para el futuro más allá de que a ellos está yendo genial. Están dejando una base para la escena y la historia de la música”, subrayó Ribba a Télam.
En ese sentido, señaló que “ver a Duki que, siendo un pibe más, ahora está por hacer dos River” deja definitivamente “un mensaje para las generaciones que vienen de que no es imposible y de que se puede”, a la vez que recordó aquellas épocas en el Parque Rivadavia cuando ya se olfateaba que el freestyle era apenas la puerta de entrada para algo más grande.
“Estábamos un poco todos en la misma, aunque mucho más el Duko. Yo me acuerdo que nos juntábamos en su casa y nos poníamos a joder con un micrófono en plena época de competencias. Compartimos muchas charlas, también con YSY. Nunca fue el motivo principal ganar una competencia o ser los mejores en el freestyle. De a poco nos fuimos juntando con gente que más o menos tenía los mismos objetivos. Algunos competidores de puta madre armaron un circuito y nosotros nos fuimos para la música”, evocó.