Representantes de 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires compitieron este lunes en la quinta edición del Campeonato Federal del Asado que consagró al formoseño Germán Caballero como el mejor parrillero del país, donde la prueba consistió en cocinar bondiola, riñón y un plato característico de la región de cada asador.
“Pude dejar a mi provincia en alto, cada plato que hoy presenté fue un bocado de mi provincia para todos los jurados”, enfatizó Caballero, que dejó a Formosa en lo más alto.
Con el feriado, miles de personas se acercaron hasta la avenida 9 de Julio, entre Corrientes y Avenida de Mayo, para celebrar la competición del plato más tradicional de Argentina, organizada por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción porteño.
Desde las 10 de la mañana unos 24 contendientes seleccionados por la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) CABA, a través de una convocatoria abierta, compitieron divididos en tres grupos de ocho, donde tuvieron que realizar una bondiola, en el punto de cocción que quisieran; un porción de riñones y un plato característico de su provincia, además de verduras que podían presentarse como acompañamiento de los cortes anteriores o cuarto plato.
Entre los platos característicos de la región, los cocineros de Corrientes eligieron hacer una marucha deshuesada a punto, los de Río Negro prepararon matambre de cerdo a punto, los de Tierra del Fuego cocinaron costillas de cordero jugosas y los de Formosa hicieron lomo de surubí a punto, entre otros.
“Es algo impresionante este torneo, es soñado. Nuestro país se destaca por el asado. Yo no trabajo como parrillero, es un hobby y lo hago con pasión”, dijo a Télam Carlos Oliveto, oriundo de Azul y representante de la provincia de Buenos Aires, que eligió hacer una colita de cuadril a punto como su especialidad para la ocación.
Juan Carrión Zevallos, participante de La Rioja, optó por hacer ojo de bife como su plato típico regional y comentó que lo sacó “a punto porque al porteño le gusta más la carne roja, los riojanos lo comemos bien cocido”.
“El punto de cocción de la carne lo mido mirándola, tocando el corte para ver si está blandito”, reveló sobre su técnica parrillera.
Uno de los jurados de la competición fue Gustavo Valsangiácomo, presidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina, quien contó que “lo que medimos es la presentación; el punto de cocción, que tiene que corresponder con lo que prometen en el stand, y el sabor”.
“Este campeonato es mantener viva la tradición de los argentinos que se fue renovando: hoy el asado tiene algún trozo de cerdo, pollo, verduras y provoleta. Antes eran acompañamientos y se han ido imponiendo con el tiempo”, aseguró.
Natalia Barrionuevo, sommelier de carnes y jurado, explicó que a la hora de probar las carnes como especialista en la materia analiza “desde el campo hasta la mesa”
“En mi trabajo determino calidad de la carne desde la genética del animal, la alimentación, hasta el sabor en el plato”, afirmó, y agregó que la competición “es espectacular porque podemos tener un poquito de cada provincia a metros del Obelisco”.
Pasado el mediodía, miles de personas comenzaron a congregarse en el centro porteño para comer platos como bondiola braseada, choripán o sánguche de vacío.
Se vio a muchas familias sentarse en las plazoletas cercanas la Obelisco para degustar los platos de los 60 de stands que se colocaron sobre la avenida 9 de julio.
Diego Maldonado, parrillero participante de la edición anterior, explicó que en la competición los cocineros podían elegir el tipo de fuego que utilizaban en sus parrillas.
“La organización proveyó ceniza blanca, leña de algarrobo o carbón, a elección”, aclaró, y destacó que el asado como plato típico argentino “siempre se va modernizando”.
Una de las atracciones de la jornada estuvo a cargo de Carlos López, director de la Escuela Argentina de Parrilleros, que cocinó una vaca entera de 320 kilos a la estaca.
“Al público lo atrae mucho lo que hacemos porque no es muy común. Prendimos el fuego a las 12 de la noche y lleva entre 12 a 15 horas de cocción”, precisó, y explicó que “un buen parrillero tiene que saber del manejo de las temperaturas y tener conocimiento de los cortes. No es tirar carne arriba de la parrilla y listo”, advirtió.
El objetivo del Campeonato Federal del Asado fue potenciar al sector gastronómico, promoviendo el desarrollo profesional de sus concursantes y difundiendo este clásico ritual argentino.
Los vecinos podían votar a la mejor parrilla del Campeonato Federal del Asado, para lo cual debían acercarse a las mesas distribuidas, escanear un código QR y votar.