“En el aire”, un libro valiente que habla sobre la maternidad y la muerte de un hijo

La presentacin del libro en la ltima edicin de la Feria Foto prensa
La presentación del libro en la última edición de la Feria. /Foto: prensa.

Poner en palabras lo inenarrable: la muerte de un hijo, pero también denunciar la falta de herramienta de algunos profesionales médicos para contener a sus pacientes y a sus familias ante los casos más complejos y desmitificar la imagen idealizada de la maternidad  son algunas de las lecturas posibles que surgen de “En el aire”, el libro de Silvana Schirripa que presentó la editorial De los Cuatro Vientos en la Feria del Libro, con la presencia de los escritores Daniel Guebel y Guillermo Piro, quienes conversaron con la autora.

Para narrar el nacimiento  de Caterina; el diagnóstico de síndrome de Cornelia de Lange, una malformación congénita  y su muerte después de ocho meses, la autora recurrió a un relato testimonial en el que la ficción solo llega para llenar lagunas  o ponerle poesía al dolor.

“En el texto de Silvana, la voz narradora con todo decoro y discreción muestra los padecimientos y las dichas de los personajes, las esperanzas y los dilemas morales en relación al drama que se vive en esa familia”, aseguró Daniel Guebel en la presentación de ‘En el aire’. Y agregó, entre otros conceptos, que esta historia “es la clase de libros que deben ser hechos y era evidente que no podía no contarla”. Por su parte, Guillermo Piro se detuvo en el aporte a la cultura de esta obra al afirmar que: “este libro es transmisión de saber. Me parece un libro importante porque transmite algo que debe ser contado, porque en algún momento alguien puede necesitar este libro. Es culturalmente útil”.

Silvana Schirripa es abogada pero ejerció el  periodismo y luego la escritura creativa. Fue  coordinadora de redacción y editora de fotografía de diversas publicaciones. También fue co-directora de “El más acá club”, un centro cultural y librería de Buenos Aires, entre 2017 y 2022. Publicó “Km 73” -su primera novela- en 2016.

En esta entrevista con Télam contó su intención de desmitificar la maternidad y narrar cómo el sistema no está preparado para que un embarazo salga mal.

-¿Te planteaste como objetivo divulgar el síndrome que padeció Caterina?

-No, porque es muy muy azarosa. En la clínica donde nació mi bebé había tenido solo un caso diez años antes.  Es un síndrome bastante extraño. Ahora saben cuál es el cromosoma que tiene la falla. Por entonces no lo sabían. Solo que era una mutación congénita.

Lo que, en realidad, quiero mostrar es que cuando salen las cosas mal nadie está preparado. Acababa de tener una bebé que estaba en terapia intensiva y me hablaban de amamantar.

Silvana Schirripa abogada gestora cultural y escritora Foto prensa
Silvana Schirripa, abogada, gestora cultural y escritora. /Foto: prensa.

-Marcás que no te advirtieron el diagnóstico antes del parto…

-En realidad reivindico la atención de Neonatología; de hecho tuve en el mismo lugar a mi segundo hijo. Pero quizás otros profesionales no supieron prepararnos para el diagnóstico. 

-Elegiste contarlo en tercera persona. Eso te dio cierta distancia…

-Lo probé en el primer capítulo mientras lo trabajaba en el taller de Daniel Guebel pero estuvimos de acuerdo en que la primera persona me iba a cerrar posibilidades. Yo ya venía con la idea de contar la historia. La había puesto primero en una especie de historia de ciencia ficción que estaba haciendo que ahora retomé. Habla de a las personas les empieza a aparecer la fecha de la muerte escrita en el cuerpo, y una madre que había perdido a su hija con pocos meses de vida descubre que fue una de las primeras que había sido una de las primeras en tenerla.

-Pero optaste por el  testimonio…

– Decidí que iba a ir directo, en un género más cercano a la crónica. Aunque hay momentos en que tuve que ficcionalizar porque, por ejemplo, cerca del final, había cosas que no recordaba cómo habían sucedido. No recordaba los detalles.
Lo curioso es que lo trabajé en el taller sin contar que era una historia real y algunos compañeros se enteraron de que era una experiencia personal en la presentación. Había uno que me pedía otro final porque lo escribí mientras estábamos en pandemia. Daniel lo suponía pero no me lo preguntó.

-¿Lo escribiste en pandemia?

-Sí. Habíamos armado un centro cultural en San Telmo y Daniel empezó a dar un taller literario pero en la segunda clase llegó el aislamiento. El lado positivo para mí de la pandemia fue el poder dedicarme a retomar este tema que pasó hace un montón de años.

Es difícil saber cuál fue el motor. Una amiga me decía que cuando murió mi bebé yo le dije que le tenía miedo al olvido, Quizás tiene que ver con neutralizar el olvido.

-Pero te sobrepusiste al temor y al dolor y tuviste otro embarazo. Tenés otro hijo.

-Sí. Tuve una cierta suerte viste esas cosas que tenía un coágulo cuando empezó el segundo embarazo entonces para controlar ese coágulo tenía ecografías bastante cercanas. Me hice muchos estudios pero era muy difícil que se repitiese el caso.

-¿Cuáles son tus sentimientos después de terminar el libro?

-Estoy bien. Me preguntaron si era una necesidad de hacer catarsis y creo que no. Fue un resabio. Si no hubiese tenido mi historia resuelta internamente no hubiera podido escribirla.

En el aire Foto prensa
En el aire. /Foto: prensa.

-Hay algo muy valiente en el texto que es que te planteás la viabilidad de la beb+e. No querés que viva a cualquier costo.

-Era una parte que quería contar, que por amor vos podés querer la muerte. Cualquier cosa  no es vida o no es buena vida para el hijo para el que querés lo mejor. Yo me preguntaba si mi hija iba a tener independencia, qué iba a ser de ella si nosotros no estábamos.

-¿Cómo fueron los primeros años de tu hijo?

-Normales. No fuimos sobreprotectores. Siempre supo que había tenido una hermana. Siempre hubo fotos en la casa porque nos sacamos con ella desde la terapia de neo. No fue un tabú.

-Tuviste alguna repercusión del libro alguien que lo haya leído que se hayas sendido de identificado o emocionado?

-En general me llegan comentarios de gente cercana, pero, a veces me trasladan de otros, que lo releyeron. Otros me quieren hacer preguntas, se cuestionan cómo fue el segundo embarazo. A cada persona lo hace contactarse con algo diferente de la maternidad.

Mi terapeuta me propuso contactarme con padres, presentarles el libro. Es el lado B de la maternidad, lo opuesto al babyshower. No es que uno tenga que pensar que algo va a salir mal, pero es necesario tener otra perspectiva. Incluso respecto de los sentimientos de las madres, La maternidad está endiosada. Pareciera que te transforma y todo pasa a ser feliz.

Pero hay momentos en los que no sos nada feliz. Te sentís devastada. Está el mandato de amamantar y, a veces, el bebé no se prende de la teta. Amamantar no es la única posibilidad de vínculo madre-hijo.

Creo que antes uno vivía como en comunidad más grande y vos cuidabas a tus primos, había más vínculo con los chicos, Ahora hay gente que es madre y nunca tuvo antes contacto con un bebé. No sabe un montón de cosas y no tiene un entorno que la acompañe.

-¿Mientras escribías esta historia, leíste ficción o crónica sobre las pérdidas?

-Leí bastante. Me fui rodeando de lecturas. “El  nadador en el mar secreto” de  William Kotzwinkle sobre el nacimiento de un hijo muerto. “Soy la madre” de Laura Saiz sobre una mujer que pierde a su familia en un accidente de tránsito. “La hija única” de Guadalupe Nettel, sobre el nacimiento de un hijo con dificultades. “Casas vacías” de Brenda Navarro sobre la pérdida de un hijo.


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