Dos expolicías y un exministro de Gobierno bonaerense afirmaron este miércoles ante el Tribunal Oral Federal 2 de La Plata que no participaron de ninguna manera en el crimen del militante peronista Horacio “Chupete” Benavides, compañero de estudios de los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner, asesinado a fines de septiembre de 1976.
Benavides, de 22 años, militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y trabajaba en el Departamento de Transmisión Gratuita de Bienes, dependiente del Ministerio de Economía bonaerense.
El 30 de septiembre de 1976 un grupo de tareas de la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense, que comandaba el represor Miguel Etchecolatz, lo interceptó en las calles 12 y 51 de La Plata para secuestrarlo. El joven se resistió y lo mataron.
Por el crimen están imputados los expolicías bonaerenses Walter Omar Ale y Juan Nazareno Risso y el exministro de Gobierno bonaerense Jaime Smart.
Los entonces policías fueron ascendidos y felicitados por sus superiores en sus legajos, donde consta que “haciendo gala de valentía y excelente disposición para con el cumplimiento del servicio, lograron erradicar del seno de la sociedad a individuos de extrema peligrosidad”
Los expolicías Ramón Velasco y Carlos Bordalonga también estaban imputados pero fallecieron en 2020, mientras Etchecolatz, también imputado y condenado a perpetua, murió en 2022.
Por este asesinato los entonces policías fueron ascendidos y felicitados por sus superiores en sus legajos, donde consta que “haciendo gala de valentía y excelente disposición para con el cumplimiento del servicio, lograron erradicar del seno de la sociedad a individuos de extrema peligrosidad”.
En la audiencia de este miércoles, Ale, Risso y Smart ampliaron su indagatoria.
“Yo soy inocente, lo único que hice toda mi vida fue jugar al fútbol, porque Dios me dio la oportunidad de poder pegarle a esa cosa redonda y hacerlo medianamente bien”, afirmó Risso, quien en los ’60 jugó en Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Sobre su ingreso a la policía, respondió: “¿Qué me puedo acordar cómo ocurrieron las cosas hace 40 años atrás? Y no es por gambetear la pregunta. El que me hizo entrar en la policía fue mi suegro, cuando estaba por nacer el nene mío, así tenía un servicio (médico) para poder atender a mi señora”. E insistió: “Tengo casi 80 años. ¿Cómo me puedo acordar de algo que pasó hace 50 años atrás?”.
Ale también aseguró que “soy inocente, no estuve en ese lugar, me metieron en este lío mis jefes. Yo tenía 20 años, no quería estar en la policía. No fue ninguna gracia estar ahí. Yo me escapaba, A mí me llevó mi mamá a la Escuela Vucetich, yo quería estar con la guitarrita, con mi mamá y con mi papá”.
Precisó que entró en 1975 “y como era menor de edad, en esa época se era mayor a los 21, no podía portar armas por eso no puedo entender cómo se me asocia a esto, cómo ponen en mi legajo eso (la felicitación)”.
Detalló que estuvo en la policía hasta 1977, que gran parte la pasó con un corset de yeso y que lo hacían barrer y pelar papas.
Respecto de si sabía que la Policía Bonaerense ejerció represión ilegal durante su gestión, Smart esquivó una respuesta directa y afirmó: “Que era ilegal lo aceptó toda la justicia del país, en primer término la justicia federal que era la competente en la represión de la guerrilla”
“Nunca me dijeron de ninguna felicitación, si yo no calificaba. Yo no estuve en ese lugar del hecho, no conozco a esas personas, yo no era apto”, remarcó, y calificó como “porquería lo que se vivió en el país” en esa época.
Smart declaró que “la policía no dependía del Ministerio de Gobierno sino de un comando militar. Yo acepté el cargo de ministro ya sabiendo que la policía no iba a depender del ministerio”.
“Están los registros de la Casa de Gobierno en La Plata de que en los 3 años que estuve en función nunca recibí ni al general (Ramón) Camps (jefe de la policía), ni a ningún funcionario policial, porque quedó establecido que la policía no la manejaba el ministerio”, precisó.
Sostuvo que “nunca fui a jefatura de la policía de la Provincia. La única vez que fui fue cuando explotó una bomba y se produjeron bajas dentro del personal policial. Esa fue la primera y única vez que fui a la jefatura. Como tampoco fui nunca a una unidad regional, brigada de investigaciones o comisaría”.
“Se necesita incorporar a un civil como condenado (en los juicios de lesa humanidad) porque si no eso del golpe cívico-militar se quedará sin civiles”, dijo con sarcasmo. Respecto de si sabía que la Policía Bonaerense ejerció represión ilegal durante su gestión, Smart esquivó una respuesta directa y afirmó: “Que era ilegal lo aceptó toda la justicia del país, en primer término la justicia federal que era la competente en la represión de la guerrilla”.
“La jurisdicción militar se hizo cargo de eso, de los hechos subversivos, es una realidad que no la puedo desconocer. Las Fuerzas Armadas decidieron a partir de ese momento que la justicia civil, la justicia federal ya no intervenía”, afirmó.