Según le confirmaron allegados de la familia a Télam, el exdeportista perdió la vida tras descompensarse en una cochera y ser hallado por una persona que dio aviso a las emergencias médicas.
“El Club Atlético Boca Juniors lamenta el fallecimiento de Alfredo Hugo Rojas, histórico jugador xeneize, a sus 86 años. Saludamos afectuosamente a su familia y seres queridos en este triste momento. Que en paz descanses, Tanque”, señala el comunicado difundido en redes sociales.
El “Tanque” Rojas visitaba a menudo La Bombonera y participaba en los últimos años de las cenas organizadas por la mutual de ex jugadores boquenses.
Alfredo Rojas debutó en Boca el 27 de enero de 1965, en un amistoso contra la Liga de San Juan, cuando aportó dos tantos en la goleada por 4-1.
Su último encuentro con la camiseta azul y oro fue el 11 de diciembre de 1968, un triunfo por 2-0 ante un combinado de Mar del Plata.
El Club Atlético Boca Juniors lamenta el fallecimiento de Alfredo Hugo Rojas, histórico jugador Xeneize, a sus 86 años. Saludamos afectuosamente a su familia y seres queridos en este triste momento.
Que en paz descanses, Tanque. pic.twitter.com/hNtsDVEgK7
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) June 16, 2023
El nacido el 20 de febrero de 1937 en Lanús llegó al club de La Ribera para reemplazar al brasileño Paulo Valentim, ídolo xeneize por ser el verdugo de River a comienzos de esa década. “Antes estaba el tanque brasilero, ahora está el tanque don Alfredo”, cantaba la popular boquense.
De físico corpulento y gran cabezazo, producto de su oficio dentro del área logró destacarse y ser el goleador del equipo con 17 tantos en la conquista de 1965.
El año de su llega a Boca, 1965, fue también el de su consagración: goleador del equipo campeón, en aquellos torneos largos de marzo a diciembre, integró esa formación inolvidable de Antonio Roma, José Silvero y Silvio Marzolini; Carmelo Simeone, Antonio Rattín y Alcides Silveyra; Oscar Pianetti, Ángel Clemente Rojas, el “Tanque” Rojas, Norberto Menéndez y Alberto González. Salieron campeones de la temporada con Néstor “Pipo” Rossi de entrenador.
En aquel equipo duro, que por momentos parecía invencible con sus cabezazos en el área, Rojas era una solución efectiva para ganar encuentros complicados.
En total, fueron 197 partidos en Boca (solo en 10 juegos ingresó desde el banco), con 89 goles convertidos. Fue expulsado en 10 partidos.
Más allá de su larga trayectoria en el fútbol, su paso por el club de la Ribera lo marcó para siempre a tal punto que a fines de los noventa, cuando Mauricio Macri asumió como presidente de la institución, fue colaborador en la subcomisión de fútbol y coordinador del plantel profesional.
Siempre estuvo cerca de los futbolistas de aquella época dorada que dirigía Carlos Bianchi y mantenía largas charlas con Martin Palermo, con quien tenía un afecto especial y se veía reflejado en él como jugador.
En su última aparición pública fue una de las caras, junto a Rolando Schiavi, Roberto Abbondanzieri y Diego Cagna, en el lanzamiento de Andrés Ibarra candidato a presidente para las próximas elecciones que se desarrollarán a fines de este año.
En la selección argentina formó parte del plantel que participó en el Mundial de Suecia 1958 (eliminado en primera ronda) y fue el primero en llevar la camiseta número 10 del seleccionado en una disputa mundialista.
También fue convocado por el técnico Juan Carlos Lorenzo para la Copa del Mundo de Inglaterra 1966, pero no pudo sumar minutos. Además, fue subcampeón en la Copa América -en aquellos tiempos llamada torneo Sudamericano- en Montevideo, donde salió campeón Uruguay.
Sin embargo, su mayor logro con la camiseta albiceleste fue en la Copa de Las Naciones disputada en Brasil en 1964, donde Argentina se consagró campeón ante el Brasil del “Rey” Pelé, el Portugal de Eusebio y la Inglaterra de Bobby Charlton.
En la primera fecha del certamen le marcó un gol a Portugal en la victoria por 2 a 0, mientras que el segundo lo hizo Alberto “Toscano” Rendo. Luego jugó ante la selección local -que en esa época era la vigente bicampeona del mundo- en la victoria por 3-0 con un gol de Ermindo Onega y dos de Roberto Telch, partido en el que el arquero argentino Amadeo Carrizo le atajó un penal a Gérson.
En la última fecha hizo el gol del título ante los ingleses, en una consagración que fue festejada en el país como un título mundial.
Sus comienzos fueron en el Lanús de los “Globetrotters” con aquella línea media de Daponte, Guidi y Nazzionale. De ahí pasó por el fútbol de España en el Celta de Vigo y Real Betis.
Luego tuvo una estadía corta en River para pasar a Gimnasia de La Plata, donde fue ídolo en la gran campaña del Lobo en 1962, y después su transferencia a Boca, el lugar donde más trascendió en lo futbolístico. El final de su carrera fue en el exterior, en Peñarol de Montevideo, O’Higgins y Universidad Católica de Chile.