El papa Francisco viajará este miércoles a Portugal para participar hasta el domingo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se hará en Lisboa, en una visita en la que mantendrá encuentros con jóvenes de todo el mundo y dedicará un día a rezar por la paz mundial en el santuario de Fátima.
El pontífice partirá de Roma a las 7.50 locales (2.50 de Argentina) para dar inicio a su viaje internacional número 42 -el segundo a Portugal tras el de 2017-, durante el que tendrá once intervenciones, entre discursos, homilías y saludos protocolares.
Francisco, de 86 años y que también tiene confirmado un viaje a Mongolia a final de mes, centrará su visita en las actividades con los más de 300.000 jóvenes que participarán de la JMJ, con un mensaje centrado en la paz mundial en medio de conflictos como el de la guerra en Ucrania.
La agenda del Papa
Tras recorrer 2.000 kilómetros a bordo de un avión de Ita, el Papa llegará el miércoles a Lisboa, donde será recibido en el aeropuerto por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, e iniciará las actividades con una visita de cortesía al Palacio Nacional en Belém, donde pronunciará su primer discurso ante las autoridades políticas portuguesas, el cuerpo diplomático y miembros de la sociedad civil.
Luego se reunirán por la tarde con el primer ministro, António Costa, y con el presidente del Parlamento, Augusto Ernesto dos Santos Silva, en la nunciatura apostólica.
El primer día terminará con un encuentro con los obispos, las personas consagradas y los miembros del ministerio pastoral de la Iglesia portuguesa en el monasterio de los Jerónimos, en la desembocadura del Tajo.
El jueves 3, la jornada del pontífice iniciará con un encuentro con jóvenes académicos de la Universidad Católica Portuguesa, institución fundada en 1967 y dirigida por los jesuitas, del que participarán jóvenes relacionados con iniciativas del pontífice como el denominado Pacto Global por la Educación y Economía de Francisco.
El Papa se reunirá después con los jóvenes de la fundación Scholas Occurrentes en la ciudad de Cascais, 35 kilómetros al sur de Lisboa, y por la tarde irá al Parque Eduardo VII, uno de los principales lugares de concentración de la JMJ.
En la sede de Scholas, fundación educativa creada por Francisco en 2013 y presidida a nivel mundial por el argentino José María del Corral, dará la pincelada final a un mural de 3 kilómetros que jóvenes de la institución preparan hace un mes con ayuda de inmigrantes, trabajadores, referentes del mundo de la educación, el arte y el deporte y adultos mayores.
El viernes 4 a las 9 de Portugal (5 de Argentina), el Papa confesará a algunos jóvenes en la “Plaza del Emperador” durante una ceremonia penitencial, antes de reunirse con los miembros de Cáritas y otras asociaciones de ayuda a los más pobres en un centro parroquial de Lisboa. Francisco luego almorzará con una delegación de jóvenes en la nunciatura. Ese día culminará con el viacrucis en el Parque Eduardo VII.
El sábado 5, se desplazará en helicóptero al santuario de la Virgen de Fátima, donde rezará el Rosario en compañía de jóvenes enfermos en la Capilla de las Apariciones, y allí pronunciará un discurso “con un mensaje de paz dirigido al mundo en guerra”, adelantó el vocero papal Matteo Bruni.
El pontífice ya estuvo en Fátima, uno de los santuarios dedicados a la Virgen más grandes del mundo, en mayo de 2017.
El sábado, el Papa y los jóvenes rezarán frente a la Virgen “con gran confianza para lograr la paz mundial”, indicó a la prensa vaticana el secretario de Estado Pietro Parolin.
Luego, regresará a Lisboa para encontrarse con la comunidad jesuita local en el colegio católico de San João de Brito y a la noche encabezará la gran vigilia de los participantes en la JMJ.
El domingo 6 a las 9, celebrará la misa de clausura de la JMJ en el Parque del Tajo, frente al río homónimo, tras lo cual dirigirá el rezo del Ángelus, y luego cerrará sus actividades con un encuentro con los voluntarios en el Paseo de Algès, uno de los tantos espacios habilitados en Lisboa para la Jornada.
Si bien no está en el programa, se espera que el Papa pueda también encontrarse con víctimas de pederastía cometida por miembros de la Iglesia, una demanda de varias organizaciones civiles.
En febrero de este año, un informe publicado por una Comisión independiente creada por la Conferencia Episcopal para hacer luz sobre el fenómeno de los abusos en la Iglesia dio a conocer 512 testimonios de víctimas sobre casos ocurridos entre 1950 y 2022.
Con 330.000 jóvenes anotados de manera oficial para la que será la edición 37 de la JMJ, la delegación más numerosa será la de los jóvenes portugueses, seguidos por los españoles e italianos. Mientras se espera un mensaje del Papa por la paz, unos 500 jóvenes viajarán desde Ucrania, apoyados por un fondo de emergencias del Vaticano, y cerca de un centenar desde Rusia, según estimaciones.
La primera edición de la JMJ tuvo lugar en 1986, en Roma, y luego se hizo en ciudades como Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989) y Sidney (2008), mientras que se espera que la de 2027 se haga en Seúl, capital de Corea del Sur.
Elegido en marzo de 2013, el papa Francisco participó en las ediciones de Río de Janeiro (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019).