El Ejército de Israel demolió el domicilio de la familia de un palestino acusado del asesinato de dos colonos israelíes en Cisjordania, pese a las repetidas denuncias de la ONU y organizaciones de derechos humanos de que esta práctica es un “castigo colectivo”.
La demolición coincide con uno de los periodos más violentos en años entre israelíes y palestinos, con más de 210 muertos en lo que va del año en ataques u operativos militares en los territorios de Cisjordania ocupados por Israel y dentro de territorio israelí.
Uno de los muertos era un adolescente palestino que fue asesinado la semana pasada por dos colonos israelíes en Cisjordania, en un ataque que Estados Unidos calificó de “terrorista”, algo inusual para uno de los principales aliados de Israel en el mundo.
Durante la incursión se produjeron enfrentamientos entre soldados y palestinos que dejaron siete heridos
El Ejército israelí dijo en un comunicado que soldados destruyeron en la noche del lunes la casa de la familia del palestino Abdel Fatah Khroushah en el campo de refugiados de Askar, en la ciudad cisjordana de Naplusa.
El hombre, miembro del brazo armado del movimiento islamista Hamas, fue abatido en marzo durante una incursión militar en Jenín, en el norte de Cisjordania, y estaba acusado de matar a tiros a los hermanos israelíes Halel y Yagel Yaniv en el pueblo de Huwara el 26 de febrero.
Castigo colectivo
La política de Israel de destruir las casas de palestinos acusados de llevar a cabo ataques mortales contra israelíes ha sido denunciada por la ONU y por organizaciones de derechos humanos, que la consideran un “castigo colectivo”.
Sin embargo, sucesivos gobiernos de Israel han dicho que las demoliciones tienen un efecto disuasivo.
Los soldados israelíes entraron en Naplusa anoche y salieron de madrugada tras haber destruido el domicilio, situado en el tercer piso de un edificio, informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Durante la incursión se produjeron enfrentamientos entre soldados y combatientes palestinos que dejaron siete heridos, uno de ellos de bala, informó la agencia de noticias AFP, que citó a testigos y a un trabajador de la Media Luna Roja palestina.
Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, los otros territorios palestinos, afirmó en un comunicado que esta política de destrucción de viviendas había resultado “ineficaz para quebrar la resistencia que impulsará a nuestro pueblo a reforzarla en Cisjordania y Jerusalén”.
Condena de Estados Unidos
La violencia ya se había disparado el año pasado, pero se agravó con la llegada al poder en Israel, en diciembre, del nuevo Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, integrado por partidos nacionalistas y religiosos y considerado el más derechista de la historia del país.
La escalada preocupa a Estados Unidos, que ha exhortado a las partes a la moderación, mientras defiende el derecho de su aliado Israel a defenderse.
Qusai Jamal Maatan, de 19 años, murió el viernes en un ataque de colonos israelíes al este de Ramallah, en Cisjordania
El lunes Estados Unidos calificó de “terrorista” el ataque de colonos israelíes que el 4 de agosto provocó la muerte de un palestino de 19 años, alzando el tono frente a la violencia de la extrema derecha en Israel.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, declaró que esta elección de palabras no era un error. “Nuestro razonamiento es que se trata de un ataque terrorista, estamos preocupados, y por eso la designamos así”, dijo a la prensa.
Seiscientos ataques
Al menos 212 palestinos y 28 israelíes han muerto desde el inicio de 2023 en episodios violentos relacionados con el conflicto palestino-israelí en Cisjordania e Israel, según un conteo de AFP a partir de cifras oficiales.
Israel ocupa y coloniza Cisjordania y Jerusalén este desde un guerra con países árabes en 1967, y los palestinos reclaman ambos territorios para fundar un Estado independiente que también incluya la Franja de Gaza.
Unos 490.000 judíos viven en las colonias israelíes en Cisjordania, que son ilegales según el derecho internacional, donde habitan cerca de 3 millones de palestinos.
La semana pasada, la ONU advirtió de un fuerte aumento de los ataques de colonos contra palestinos o sus propiedades en Cisjordania, al registrar unos 600 de ellos en los seis primeros meses del año.
También pidió que “se haga justicia con el mismo rigor en todos los casos de violencia extremista, sean quienes sean los autores”. Asimismo, celebró la detención por Israel de dos israelíes sospechosos en este caso.
Uno de los dos sospechosos es, según medios israelíes, un exportavoz de una diputada del partido de extrema derecha de Itamar Ben Gvir, actual ministro de Seguridad Pública del gobierno de Netanyahu.