Las personas que este viernes tuvieron que trasladarse entre el conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) o viceversa, utilizaron mayoritariamente los trenes y las distintas líneas del subte, aunque estas alternativas que contrarrestaron la falta de colectivos no estuvieron exentas de complicaciones y nerviosismo para llegar a los trabajos.
En la zona de Constitución, el Metrobus se encontraba vacío, pero en la estación de trenes decenas de personas subían y bajaban con normalidad.
Allí, Eduardo de Monte Grande dijo que estaba volviendo a Esteban Echeverria y contó: “Vinimos al mediodía porque tuvimos que hacer un tramite en Retiro. Estamos haciendo subte y tren de vuelta, y después tenemos que ver cómo hacemos cuando bajemos del tren, porque a la mañana al no haber colectivos tuvimos que ir caminando una hora hasta la estación”.
Por su parte Victoria e Isabela de CABA indicaron: “Somos de Caballito y ahora estamos yendo a San Miguel del Monte. La verdad no tuvimos problema con el paro porque tomamos el subte” para la primera parte del viaje.
Ezequiel, de CABA, estaba esperando que llegue su hijo a Constitución y dijo del paro: “La verdad que ayer salí de trabajar a la noche y pude agarrar el último colectivo pero no sabía nada. La verdad no sé bien porque están pasando, debe ser por el tema de los salarios, no estoy a favor del paro pero los entiendo”.
En la estación de Once, Dante, de Moreno, dijo: “Vine a trabajar. Esta mañana tenía que llegar pero llegué recién ahora. Ahora se viajó bien, con poco caudal de pasajeros. Trabajo siete horas normalmente. Por ahí se hace un poquito más largo con el tema de la llegada y eso”.
Cuando se le preguntó como volvería a su casa indicó: “Normalmente uno viaja en colectivo, pero hoy no es posible. No tenemos otro medio. Esta mañana buscábamos transportes de aplicaciones (Uber, Cabify) y nada. Porque estaban todas agotadas, colapsadas”.
Mariano, de Berazategui, con sus dos hijas, señaló: “Tomamos el tren desde zona sur, y ahora estamos yendo a tomar el tren hasta Moreno para que ellas (sus hijas) vayan a ver a su abuela. Pero se viajó bien, sin inconvenientes”.
En las inmediaciones de la Estación Retiro, Nelly, cuidadora de dos adultos mayores con enfermedades crónicas, relató que tuvo que tomarse un taxi por la falta de colectivos, en tanto que el taxista que la dejó en la plataforma del Metrobús en Retiro aseguró que se había incrementado el trabajo durante la jornada.
“Vengo de Balvanera y me voy a Acassuso a trabajar. En general, ese trayecto lo hago con el 60, ida y vuelta. Hoy tomé taxi hasta Retiro y me salió $1.500, tengo dos pacientes que no pueden estar solos”, detalló Nelly al bajar del auto de alquiler.
“Más allá de lo monetario pasé unos nervios tremendos. La gente toda desesperada porque no hay ningún colectivo”, afirmó en referencia a lo sucedido hasta poco después de las 17, cuando se anunció el levantamiento de la medida.
Por su parte, Alejandro García, quien vive en Retiro y es vendedor ambulante de alfajores y snacks frente a la boca del subterráneo de la línea C, manifestó que hoy “había mucho menos gente, menos movimiento”, y notó a la gente “con bronca y malestar, bastante afectada por el tema del trabajo y el presentismo”.
Por su parte, Patricia Valdiviejo, que viajó desde Palermo, se encontraba en la vereda de la salida de la estación de trenes de Retiro junto a su pareja esperando que los pasen a buscar en auto.
“El jefe de nosotros se hace cargo y nos mandó auto a todos, así que la pasamos leve, pero los paros siempre complican a los trabajadores”, sostuvo.
En otro barrio de la Ciudad de Buenos Aires, Luciano López, encargado del bar “Lo del Negro” en Parque Centenario (Caballito), dijo que trabajan “con gente que vive cerca, que pudo venir a trabajar caminando”.
“Se nota en la calle que hay poco movimiento. Muchos autos y nada de colectivos. Es una zona muy transitada porque estamos a una cuadra del Hospital Durand”, remarcó.
“Cuando vine a trabajar temprano se notaba que había gente en la calle caminando, era un caos el tránsito por la cantidad de autos y taxis. Yo vine en auto, porque un Uber me salía casi 7 mil pesos desde Lugano. Ida y vuelta 14 mil pesos, es mucha plata. La mayoría de los chicos que trabajan acá viven cerca por eso vinieron caminando”, agregó.
César Rubio, que trabaja en un puesto de flores frente al Hospital Durand, afirmó que “en líneas generales más o menos un 50% de gente fue al hospital”.
“La gente vino en auto, algunos compartieron el auto entre 4 personas. También vi combis. Colectivos no se vio nada. Cero, cero colectivos. Y la gente rezongando”, agregó.
Gabriel, enfermero del mismo hospital, dijo que “hubo menos gente” que fue a atenderse.
“Yo vine en tren y otros compañeros y compañeras también. Algunos llegaron caminando porque viven cerca”, acotó.
Jorge Otondo, trabajador de un supermercado del mismo barrio, indicó: “A mí me tocó entrar a la tarde, fue bastante complicado llegar porque lo único que había para llegar, o que yo pude usar de medio de transporte para llegar fue el tren y el subte, pero todo colapsado, más que nada en el subte porque a la demora por la falta de colectivos se sumó que un pasajero se había descompuesto y se extendió la demora”.
En cuanto al movimiento de gente en el supermercado, dijo que “fue normal porque es gente del barrio”.