La novena edición del Mundial será binacional, millonaria y más participativa

Foto FIFA Media
Foto: FIFA Media

La Copa del Mundo Femenina de la FIFA 2023 promete ser la más importante de todas las ediciones y sin dudas será histórica porque se jugará por primera vez en Oceanía, en dos países como Australia y Nueva Zelanda, con la participación de 32 seleccionados -ocho más que en Francia 2019- y con premios económicos inéditos para el fútbol femenino.

El torneo, que comenzará el 20 de julio con el partido inaugural entre Nueva Zelanda y Noruega (campeón 1995) en el Eden Park de Auckland y terminará el 20 de agosto con la final en el Estadio de Australia en Sydney, tendrá un total de 64 partidos en un mes en nueve ciudades y diez estadios de los dos países organizadores, que pertenecen a distintas confederaciones: Australia (Confederación Asiática de Fútbol) y Nueva Zelanda (Confederación de Fútbol de Oceanía).

El Eden Park, escenario del partido inaugural

En esta novena edición del Mundial Femenino, los premios a repartir alcanzan 152 millones de dólares, lo que triplica la inversión de la edición de Francia 2019 y es 10 veces más que en Canadá 2015. En esta gran apuesta, la FIFA decidió -además- que los premios no vayan solamente a las Federaciones y Asociaciones sino que las 736 futbolistas que integran las 32 selecciones reciban un premio individual de 30.000 dólares sólo por competir en la fase de grupos. A medida que vayan avanzando de ronda, el premio irá aumentando.

El Mundial 2023 promete, además, ser más inclusivo y reconocer las historias y culturas únicas de los pueblos de las Primeras Naciones en Australia y de los maoríes en Aotearoa Nueva Zelanda. En el marco de la campaña “El fútbol une al mundo“, en todos los partidos se difundirán mensajes relacionados con la inclusión, los derechos de pueblos indígenas, la igualdad de género, la paz, la educación para todos, la erradicación del hambre, la lucha contra la violencia de género y la pasión por el fútbol.

La Argentina, en su cuarta participación histórica, integrará el grupo G del Mundial, con sede en Nueva Zelanda: debutará el 24 de julio ante Italia en Auckland (la ciudad donde hará base), jugará el 27 de julio en Dunedin y cerrará la zona contra Suecia el 2 de agosto en Hamilton.

Wellington es la otra ciudad neozelandesa que será sede y en Australia habrá juego en Sydney (dos estadios), Brisbane, Perth, Adelaida y Melbourne.

El rugby es el deporte nacional en Nueva Zelanda, con sus históricos All Blacks, pero el fútbol también es muy popular, en especial a nivel infantil y amateur.

Las Football Ferns, el seleccionado femenino de fútbol de Nueva Zelanda, participaron en cinco Copas del Mundo (China 1991, China 2007, Alemania 2011, Canadá 2015 y Francia 2019), aunque nunca pasaron de la fase de grupos. En los Juegos Olímpicos alcanzaron los cuartos de final en Londres 2012.

Las Ferns, lideradas por Erin Nayler y Ali Riley (jugadora del Angel City de los Estados Unidos), quieren aprovechar la localía aunque su debut será contra una potencia como Noruega. Suiza y Filipinas completan el grupo A.

La selección masculina de Nueva Zelanda tiene menos logros: se clasificó solamente para dos mundiales, España 1982 y Sudáfrica 2010.

En tres ocasiones, Nueva Zelanda organizó competiciones de la FIFA: la Copa Mundial Femenina Sub-17 en 2008, Mundial Sub-17 en 1999 y Mundial Sub-20 en 2015.

En Australia, el fútbol es el deporte de equipo más practicado y el más importante después del fútbol australiano y el rugby. En la liga femenina de fútbol juega Gabriela Garton, exarquera de la selección argentina (estuvo en el plantel de Francia 2019) y que salió campeona con el Melbourne Victory en la primera división de Australia en 2021. “El nivel de la liga en Australia es bastante alto. Es un estilo bastante más rápido, se juega ida y vuelta y el estado físico de las jugadoras es impresionante”, describió hace un tiempo la socióloga, exinvestigadora del Conicet y mamá de Elías desde el 20 de febrero de 2022.

Las Matildas, tal el apodo del seleccionado femenino, no se clasificaron para el primer Mundial de la FIFA, en 1991, pero después estuvieron en todas las ediciones. Su mejor torneo fue China 2007, donde alcanzaron los cuartos de final y se ubicaron sextas. El seleccionado australiano fue semifinalista en los últimos Juegos Olímpicos, en Tokio 2020, su mejor performance en esta competencia.

La delantera Sam Kerr, del Chelsea de Inglaterra, es su capitana y goleadora histórica y promete ser una de las figuras de este Mundial. Australia encabezará el grupo B con Canadá (vigente campeón olímpico), Nigeria e Irlanda.

La selección masculina de Australia jugó el Mundial de Alemania 74 y luego estuvo ausente de los primeros planos por 32 años. Regresó a un Mundial en la edición de Alemania 2006, en la que llegó hasta octavos de final. Desde que participa en las eliminatorias de Asia -y no de Oceanía- (con cuatro plazas fijas) se clasificó de manera consecutiva en los mundiales de Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022, donde fue eliminado por la Argentina en octavos de final.

A nivel organizativo, el último gran evento deportivo que Australia albergó fueron los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Sede de los Juegos de Melbourne 1956, también tuvo Copas Mundiales Sub-20 de la FIFA en 1981 y 1993.


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