Los militares golpistas que tomaron el poder en Níger acusaron este lunes a Francia, antigua potencia colonial, de querer “intervenir militarmente”, en medio de altas tensiones entre las autoridades de facto nigerinas y países vecinos o cercanos de África Occidental.
El Gobierno francés rechazó la acusación, que llegó un día después de que miles de nigerinos que apoyan el golpe de Estado que derrocó al presidente Mohamed Bazoum se manifestaran agresivamente frente a la embajada de Francia en la capital de Níger, Niamey.
La Junta militar que la semana pasada detuvo y destituyó a Bazoum acusó a Francia de haber mantenido contactos con parte de las Fuerzas Armadas de Níger para lanzar una intervención militar, así como de haber lanzado ayer gas lacrimógeno a manifestantes frente a su embajada.
“En su búsqueda de vías y medios para intervenir militarmente en Níger, Francia, con la complicidad de algunos nigerinos, mantuvo una reunión con el Estado Mayor de la Guardia Nacional de Níger”, dijo la Junta en un comunicado.
Los contactos buscaban “obtener las autorizaciones políticas y militares necesarias” para restablecer a Bazoum en sus funciones, agregó la nota.
La jefa de la diplomacia francesa, la canciller Catherine Colonna, contradijo este lunes esas acusaciones. “Es falso”, declaró a la cadena de televisión Bfmtv.
La ministra dijo que era “posible” y “necesario” restablecer en sus funciones al presidente Bazoum, elegido democráticamente hace dos años en la primera transferencia pacífica del poder en Níger desde su independencia de Francia, en 1960. “Y es necesario, pues esas desestabilizaciones son peligrosas para Níger y sus vecinos”, subrayó Colonna.
Bazoum, de 63 años, está detenido desde el miércoles 26 de julio, el día del golpe, por su escolta militar de la Guardia Presidencial. Dos días después, el general Abdourahamane Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial, se proclamó como nuevo líder de la nación.
La presión contra los sediciosos es cada vez más fuerte por parte de los socios occidentales y africanos de Níger, un país clave en la lucha contra los grupos yihadistas que operan en la región del Sahel.
Este domingo, los presidentes de los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), reunidos en Nigeria, dieron una semana a la junta militar para restablecer “el orden constitucional” y no descartaron “el uso de la fuerza” si esto no sucedía.
L’UE et le Niger partagent des liens profonds développés sur des décennies.
L’attaque inacceptable contre le gouvernement démocratiquement élu met ces liens en danger.
Je soutiens les décisions de la CEDEAO et son rôle actif pour un retour rapide à son poste du Président… https://t.co/LIXBexG9OB
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) July 31, 2023
A las advertencias y condenas se sumó este lunes la Unión Europea (UE), que afirmó que hará responsables a los militares facciosos de “cualquier ataque contra civiles, el personal o las instalaciones diplomáticas”.
En la protesta del domingo ante la embajada de Francia en Niamey, manifestantes corearon el nombre de Rusia y de su presidente, Vladimir Putin, que la semana pasada prometió contratos militares y granos gratis para países africanos en una cumbre con líderes de África.
A su vez, el vocero de Putin y del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró que Rusia insta al “restablecimiento lo antes posible de la legalidad en el país” y pide a las partes “moderación” para evitar pérdidas humanas, informó la agencia de noticias AFP.
La UE anunció su apoyo “con rapidez y decisión” a todas las medidas adoptadas por la Cedeao, manifestó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que reiteró que el bloque sigue considerando a Bazoum como el único jefe de Estado de Níger.
Tchiani justificó el golpe por la “degradación de la situación de seguridad” en el país, asolado por la violencia de grupos yihadistas como el Estado Islámico y Al Qaeda.
Francia y Estados Unidos tienen desplegados respectivamente 1.500 y 1.100 soldados para participar en el dispositivo antiyihadista.
Después de Mali y Burkina Faso, Níger es el tercer país de la región en sufrir un golpe de Estado desde 2020. Con 20 millones de habitantes, es una de las naciones más pobres, a pesar de ser el cuatro productor mundial de uranio, que se usa para alimentar reactores nucleares.