Trabajadores de la cooperativa “La Litoraleña”, recuperada en 2016, presentaron en la Legislatura porteña un proyecto para la expropiación del edificio situado en el barrio de Chacarita, sobre el cual pesa una orden de desalojo judicial.
La propuesta parlamentaria fue difundida en una conferencia de prensa en el salón Jauretche del Parlamento porteño, de la que participaron los legisladores del Frente de Todos Claudio Morresi, Matías Barroetaveña, Berenice Iáñez y Laura Velasco.
La iniciativa contempla la declaración de “utilidad pública y sujetos a expropiación de los bienes muebles, instalaciones y bienes intangibles junto a los inmuebles sitos en calle Giradot 331 y 345”, del barrio de Chacarita.
Dispone que lo expropiado “sea destinado al funcionamiento a la Cooperativa de Trabajo La Litoraleña mientras mantenga la actividad productiva y las fuentes de trabajo”.
La Litoraleña lleva adelante su trabajo desde hace siete años con más de 50 asociados produciendo tapas de tartas, empanadas y pastas envasadas, después de la quiebra de Deconti SA.
Luis Baini, presidente de la cooperativa, sostuvo que “no pedimos que nos regalen nada, sino trabajar. Traemos soluciones y no problemas”.
Fabián Pierucci, uno de los trabajadores de la cooperativa, explicó que el proyecto presentado “es trascendental para el destino de La Litoraleña y lo traemos a este ámbito democrático para poner en el tapete el trabajo autogestionado que genera tanta resistencia desde la política”,
El proyecto surgió en medio del litigio judicial que atraviesa la cooperativa que tiene un pedido de desalojo dictaminado por la justicia en lo Comercial que, según contaron en la conferencia de prensa, salió en “tiempo exprés”, lo que generó dudas respecto de los motivos que determinaron la decisión de los magistrados.
Al respecto, Barroetaveña señaló que “lo que acá estamos definiendo es si en el predio de Chacarita va a seguir estando un espacio de trabajo o si termina siendo, justicia mediante, un negocio inmobiliario”, en relación a la situación que vive el barrio de Chacarita proliferaron la construcción de nuevos edificios.
Morresi, por su parte, anticipó que el bloque del FDT “hizo propio el proyecto porque hay decisiones que toma la justicia que no compartimos y ponen en grave peligro la fuente de trabajo de 50 personas y de 50 familias”.