Los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que analizaron los restos óseos y dentales hallados en el marco de la investigación por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia, determinaron que no pudo extraerse ADN de los mismos para confirmar si pertenecían a la joven de 28 años, ya que estaban calcinados.
La fiscal de Resistencia Nelia Velázquez aseguró en un comunicado que el informe incorporado al expediente por el femicidio de Cecilia y que fue realizado en el Laboratorio de Genética Forense del EAAF, ubicado en la ciudad de Córdoba, reveló que fue imposible obtener resultados de ADN de las muestras óseas y dentales estudiadas.
“Dichos elementos se encontraban en estado de carbonización a calcinados, condición que afecta severamente la conservación de la piezas y limita la posibilidad de extracción de ADN de calidad”, señala el informe.
“Teníamos esperanzas porque era positivo para la causa como así también para la familia de Cecilia. Pero en cuanto a la investigación tenemos fundamentos y pruebas suficientes para sostener nuestra imputación”, dijo a Télam la integrante del Equipo Fiscal Especial (EFE) junto a Jorge Cáceres Olivera y Jorge Gómez.
A su vez, el abogado Juan Arregin, representante de Gloria Romero, madre de Cecilia, aseguró que “la lista y el detalle de los huesos analizados es contundente” y consideró que, aunque no pueda determinarse de manera genética, “claramente son de ella”, al recordar que junto a esos restos “estaba el dije con forma de cruz” que usaba la joven.
El letrado indicó a Télam que aún falta por analizar los restos óseos encontrados en un segundo rastrillaje en el río Tragadero.
Una fuente de la investigación explicó a esta agencia que los huesos, cuando están calcinados, “se desarman apenas comienza el análisis y eso hace imposible la extracción de material genético, y reveló que quienes los quemaron “se ocuparon de hacerlo muy bien, a conciencia y con recursos como para que queden totalmente calcinados”.
Ahora, el EFE aguarda las pericias sobre la mancha de sangre humana encontrada en la camioneta de César Sena que será realizada en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) del Chaco.
Arregin consideró como “central” esa prueba, como lo fue el análisis de la sangre de Cecilia hallada en unos muebles que donaron los Sena.
Por otra parte, el abogado y su colega Sergio Briend pidieron que Emerenciano Sena, uno de los principales detenidos por el caso junto a su esposa Marcela Acuña y su hijo César, sea imputado por intimidación pública e incitación a la violencia tras viralizarse un audio en el que les dice a los militantes de su agrupación que escriban en las paredes de sus casas “libertad a Emerenciano”.
En tanto, Gloria mantuvo un cruce con manifestantes que pidieron frente a la fiscalía situada en la avenida 9 de Julio al 200, de Resistencia, la liberación del exprecandidato a diputado provincial.
“Libertad a Emerenciano, preso político”, decía alguno de los carteles que portaban los manifestantes, mientras la madre de Cecilia les gritaba “no les tengo miedo”, y aseguraba: “¿Dónde está la gente que dijo que yo no estaba sola? ¿Dónde está el Chaco que tiene huevos? Estos hijos de puta están queriendo sacar al tipo que mató a mi hija como si fuera un animal”.
Según los voceros, la marcha se dio luego de que se viralizó un audio de 13 minutos en el que el dirigente social se dirigió a sus seguidores.
“A la gente que no le gusta la palabra Emerenciano su auto debe quedar en la avenida San Martín porque sino las palas van a ser para romper su vidrio”, dijo el acusado en un fragmento de esa arenga.
Es que el imputado, desde su lugar de alojamiento en la seccional 3ra., pidió “a las personas” que lo acompañan, que pinten el frente de sus casas con la frase “libertad a Emerenciano”.
“El sábado y el domingo tienen que pintar el muro todos los que están con nosotros porque el lunes y martes van a ser las movilizaciones más grandes que van a venir del interior para pedir por mi libertad”, señala en el audio.
En ese marco, el abogado Juan Arregin, representante de Gloria Romero, madre de Cecilia, confirmó a Télam que junto a su colega Sergio Briend le pidió al EFE que Emerenciano sea imputado por “intimidación pública e incitación a la violencia”.
Al respecto, desde la fiscalía informaron que “ante la posible comisión de un delito de acción pública, se dispuso la formación de una nueva causa a los efectos de la investigación fiscal correspondiente”.
Tras esa situación, Gloria publicó en su Instagram las imágenes del choque con los manifestantes y escribió: “Estos cobardes golpean por la espalda en el riñón, saben dónde golpear pero quédense tranquilos estoy bien”.
El audio de Sena se conoció en la semana previa a que se lleve adelante la audiencia de oposición a la prisión preventiva dictada a Emerenciano y su esposa Marcela Acuna, ante el juez chaqueño Héctor Sandoval.
A raíz de la viralización, el Órgano de Control Institucional de la Policía del Chaco dispuso el inicio de las actuaciones administrativas para determinar las circunstancias en que sucedió esa comunicación y si existió alguna responsabilidad de algún funcionario de la comisaría 3ra.
En tanto, la abogada querellante Nahir Barud, coordinadora del área de Litigios Estratégicos de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros del Chaco, solicitó que Emerenciano sea incomunicado, lo cual fue denegado por la fiscalía.
Por otra parte, Arreguin aseguró que también pidió que Acuña sea imputada por “desobediencia judicial”, dado que nuevamente escribió una carta en la que criticó su situación como detenida en la comisaría 6ta.
Cecilia fue vista por última vez a las 9.16 del 2 de junio último, cuando una cámara de seguridad registró su ingreso en compañía de su marido, a la casa de sus suegros, Emerenciano y Acuña, en la calle Santa María de Oro 1460, de Resistencia.
Según la resolución de los fiscales, la joven fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa aparentemente por estrangulamiento, en momentos en que se hallaba junto a César, Emerenciano y Acuña.
Su cuerpo fue luego trasladado por Gustavo Obregón y César Sena envuelto en una frazada a bordo de una camioneta Toyota Hilux hasta la chanchería, propiedad de los principales imputados, donde fue calcinada, de acuerdo a la pesquisa llevada adelante.
Finalmente, sus restos fueron esparcidos en distintos sectores, entre ellos junto a una de las márgenes del Río Tragadero, que linda con la chanchería de los Sena.
Además de los tres integrantes del denominado Clan Sena, por el caso permanecen con prisión preventiva Obregón y su esposa Fabiana González (ambos asistentes de los Sena), y Gustavo Melgarejo y su mujer Griselda Reinoso (caseros de la chanchería, propiedad de los principales acusados del femicidio).
Los fiscales imputaron con prisión preventiva a la familia Sena por el delito de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el concurso premeditado de dos o más personas”, mientras que a los restantes acusados por el “encubrimiento agravado” del hecho.