Preventiva para el hombre que intentó matar a su ex y la jueza habla de una "obsesión"

Foto Lara Sartor
Foto: Lara Sartor

El personal trainer que hace dos semanas intentó asesinar a balazos a su exnovia en el barrio porteño de Saavedra, pero falló por el mal estado del arma y por la intervención de dos policías que lo balearon y detuvieron en pleno intento de femicidio, fue procesado con prisión preventiva en una resolución donde la jueza resaltó que el imputado acechaba a la víctima y que tenía con ella una “obsesión”, informaron fuentes judiciales.

El auto de procesamiento -al que tuvo acceso Télam-, fue dictado por la jueza en lo Criminal y Correccional 62 Patricia Guichandut, quien consideró Julián Alberto Reina (39) autor de la tentativa de femicidio de su expareja, Dana Pontoriero (29), ocurrida el 6 de julio pasado en la calle Superí al 4200, y donde en un hecho que además quedó filmado por cámaras de seguridad, dos efectivos de la Policía de la Ciudad le salvaron la vida a la joven y lograron reducir a tiros al agresor.

Reina -quien aún permanece internado bajo con custodia policial en el Hospital Pirovano por los balazos recibidos- fue procesado por los delitos de “tentativa de homicidio agravado por su comisión mediante el empleo de un arma de fuego, calificado por tratarse la víctima de su ex pareja, cometido con alevosía y mediando violencia de género” (tiene una pena de 10 a 15 años de cárcel), en concurso ideal con “tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil”.

A su vez, el imputado quedó embargado por la suma de 2.294.770 pesos.

En la misma resolución y tras una investigación dirigida por la Fiscalía del Distrito Saavedra-Núñez, la jueza sobreseyó a Cristian Adrián Dobrinsky Roa, el oficial de la División Intervenciones Rápidas de la Policía de la Ciudad que baleó a Reina, al entender que actuó “en cumplimento del deber” y ante “la inminente amenaza contra la vida de la damnificada”.

“Reina delineó un elaborado plan actuando en todo momento para conseguir el fin que buscaba, la muerte de Pontoriero, más si tenemos en cuenta que gatilló el arma insistentemente y siempre apuntó a una zona vital del cuerpo de la víctima -cabeza-, por lo que no podía ignorar que de haber logrado accionar el arma (…) esos disparos habrían ocasionado ciertamente el deceso de la damnificada”, afirmó Guichandut.

Al fundamentar la calificación y sus agravantes, la jueza señaló, en primer término, que quedó acreditado que la víctima y el imputado habían sido pareja entre abril de 2022 y mayo de este año.

La propia Pontoriero dijo en su declaración en la causa que le había puesto fin a su relación con Reina “por las escenas de celos y actitudes tóxicas que él tenía”.

Intimidaciones a la víctima

La jueza también sostuvo que la tentativa de femicidio se dio “en un contexto de violencia de género” al recordar que “apenas días atrás” Reina “había intimidado a través de mensajes de texto y acechado en la puerta de la vivienda de su tía, tornándose violento e insistiéndole al grupo familiar que le pidieran que se presentara para poder hablar con ella y pedirle explicaciones sobre el fin de su relación”.

“La obsesión de Reina sobre la búsqueda de explicaciones sobre el fin de la relación de pareja, como fueron: los insistentes llamados y mortificación de la víctima, involucrando incluso a familiares, la injerencia en la vida privada aún luego de concluido el vínculo, las averiguaciones que procuraba realizar sobre la existencia de una nueva posible pareja, así como el acecho de la mujer en la vivienda de su tía, ocasión en la que ejerció decididos actos de violencia física, dejan al descubierto una relación desigual de poder”, remarcó la magistrada.

Al justificar la alevosía -el estado de indefensión de la víctima-, la jueza le dio una gran relevancia a los videos de las cámaras de seguridad que captaron la secuencia que, según Guichandut, “permiten sostener lo desprevenida e indefensa que se hallaba la damnificada frente al ataque inminente y sorpresivo de Reina al emboscarla y aproximarse sigilosamente por detrás mientras Pontoriero iba caminando despreocupadamente con los auriculares colocados”.

Incluso remarcó que Reina “para asegurar su cometido, enmascaró su identidad al colocarse buzo con capucha, anteojos oscuros, llevando el arma de fuego escondida en el interior del casco que portaba en sus manos”. El procesamiento reveló un dato hasta ahora desconocido: que Reina le dejó a sus padres sus ahorros y una nota con una suerte de mensaje de despedida o pedido de disculpas, en su departamento de la calle Washington al 4100.

Dentro de una hoja de cuaderno rayada doblada a la mitad que decía “mamá y papá”, la Policía Federal encontró 500 dólares y 27.000 pesos, la documentación y una copia de la llave de su moto Honda Twister y cerca de ello otra hoja con la frase: “Perdón, los amo, no estén tristes”.

Polica de la Ciudad en la escena del hecho Foto Lara Sartor
Policía de la Ciudad en la escena del hecho / Foto: Lara Sartor

El psiquiatra del Cuerpo Médico Forense (CMF) que evaluó a Reina, le informó a la jueza que el imputado “presentaba ideas de muerte sin planificación suicida en el contexto de una personalidad con rasgos narcisistas”, y concluyó que presentaba “la autonomía psíquica suficiente como para comprender y/o dirigir su accionar en los hechos”.

También quedó demostrado que Reina falló en su plan homicida porque las pericias al deteriorado revólver calibre 32 largo marca D.V empleado por el acusado, determinaron que si bien era “apto para producir disparos” tenía un “funcionamiento anormal” por una serie de fallas en un seguro, el tambor y e percutor.

Guichandut dictó la prisión preventiva al entender que “la pena prevista para el delito en cuestión en caso de recaer condena no resulta pasible de ejecución condicional”, y a que en caso de estar en libertad “podría ejercer alguna suerte de actividad, amenaza o presión hacia la víctima y testigos”.

El hecho -que quedó grabado por cámaras de seguridad-,ocurrió a las 11.30 del 6 de julio pasado cuando la joven de 29 años, que es oriunda de Esquel pero estaba de visita en la ciudad de Buenos Aires, caminaba por la calle Superí al 4200 y detrás de ella se aproximó un hombre con capucha, anteojos y con un casco entre sus manos.

El audio de esa cámara registró que el atacante comenzó a gatillar con un revólver contra la mujer en reiteradas oportunidades, y la mayoría de los disparos no salieron pero sí consiguió hacerlo en dos oportunidades, aunque sin lesionar a la chica.

En ese instante llegó un móvil de la Comisaría Vecinal 12 A, cuyos ocupantes descendieron con sus armas 9 milímetros y uno de ellos le efectuó al agresor tres disparos que lo hirieron en un glúteo, en el muslo izquierdo y en el brazo derecho (allí sufrió una fractura expuesta del radio), y pusieron a resguardo a la víctima.


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