La diputada de la Ciudad de Buenos Aires, Victoria Montenegro, presentó un proyecto de Ley que amplía las licencias especiales a 365 días corridos para trabajadores públicos porteños que tengan la responsabilidad de cuidado de hijos/as con discapacidad, una iniciativa que, según la legisladora, apunta no sólo a garantizar “a ese niño, niña o adolescente el cuidado, trato digno y el vínculo con sus padres, sino que también amplía derechos a las y los trabajadores”.
Este mediodía, legisladores, organizaciones sociales, sindicales y de la sociedad civil y representantes de instituciones locales y nacionales vinculados a la temática participaron de la presentación de la modificación de la normativa realizada en el salón Presidente Perón de la Legislatura porteña.
La iniciativa modifica la actual Ley 360 de Licencias Especiales con el objetivo de garantizar el cuidado de los niños, niñas y adolescentes, cuyos padres o madres son trabajadores públicos que se desempeñan “en los distintos Poderes de la Ciudad, entes autárquicos y descentralizados, y organismos de control“, detalló Montenegro en diálogo con Télam.
“El objetivo de esta Ley es ampliar derechos, primero, haciendo foco en las infancias ya que es una ley que duplica los días de licencia para aquellas personas trabajadoras del Estado que tienen hijos con discapacidad o con alguna enfermedad que, en algunos casos, pueden ser terminal”, apuntó la legisladora por el Frente de Todos.
Y agregó que, en la actualidad, las licencias “para los trabajadores de Estado con hijos con discapacidad solo contempla hasta los 6 años, como si a los 6 años y un día su hijo dejara de tener esa discapacidad”, en consecuencia, la nueva normativa elimina este plazo y “duplica los días -de licencia- justamente para poder garantizarle a ese niño, niña o adolescente el cuidado, el trato digno y el vínculo con sus padres”.
Asimismo, Montenegro aseguró que el proyecto presentado hoy “se modifica por los trabajadores y trabajadoras y por la familia” y recordó que para la elaboración del mismo primero hubo que crear “la Comisión de discapacidad” y que esto permitió “el trabajo cotidiano, ver todo lo que está pendiente en nuestra sociedad, qué pasa con aquellos trabajadores de nuestro Estado”.
“Ahí nos encontramos con que los trabajadores que tienen hijos con discapacidad muchas veces tienen que hacer uso de licencias especiales, perdiendo parte de sus salarios“, por lo que esta normativa no se trata “solo de garantizar el cuidado de los niños, sino que amplía derechos a esos trabajadores”.
“Esta es una ley modificada por los propios trabajadores y hoy podemos plasmarla ya en este proyecto de Ley y dar la pelea en la Legislatura para que sea una realidad efectiva de los trabajadores”, sentenció Montenegro.
La legisladora aseguró, además, que el debate de esta Ley también permitirá plantear “en el escenario de la reunión de las Comisiones la realidad muchos trabajadores” que es el “modo de contratación de estos agentes” por parte del Estado porteño.
“Es fundamental poder visibilizarlos porque son miles de trabajadores y trabajadoras que de acuerdo a su contratación pueden no estar contemplados por esta Ley”, aseguró Montenegro y recordó que hay trabajadores que no son empleados de planta permanente en la Ciudad, sino que son monotributistas o tienen contratos temporales, aunque tengan años de antigüedad en sus puestos.
Maricel Reynoso, es docente bibliotecaria de la escuela del distrito 5 y tiene un hijo con laucodistrofia, una enfermedad genética que destruye la sustancia blanca que recubre los nervios del sistema nervioso central y “que no tiene cura y no tiene un solo tratamiento específico”.
“Lo único que la medicina le puede dar hoy a Martín es una mejor calidad de vida”, apuntó la madre del joven de 28 años y remarcó que para eso tiene que asistir con regularidad “al neurólogo, al urólogo, a la nutricionista, al oculista” y también a actividades de esparcimiento como “comedia musical, batería o guitarra, hace todo para poder mantenerse bien, para poder mantenerse vivo”.
Reynoso apuntó que la modificación de esta ley “nos va a permitir tomar todos los turnos, los médicos que tenemos” sin la necesidad “de pedir permisos para poder cuidarlo, para poder llevarlo a las terapias para poder estar un día con él y acompañarlo a hacer sus ejercicios y que eso no signifique un deterioro en nuestro salario y mantener nuestro trabajo”.
“El trabajo lo necesitamos también los cuidadores para sentirnos bien y útiles y mantenernos en la realidad, porque es una realidad muy distinta la que tenemos nosotros”, sentenció la mujer.