
Al menos 30 personas murieron por las inundaciones ocurridas los últimos días en la provincia de Hebei, cercana a Pekín, causadas por las lluvias torrenciales que azotan el norte de China y 600 mil fueron evacuadas en la ciudad de Baoding, según informaron este sábado las autoridades.
Según un balance provisional de esta situación inédita por su intensidad en una región que habitualmente carece de agua, fueron registrados 10 muertos y 18 desaparecidos este sábado en la provincia de Hebei, vecina de la capital, con lo que el número de víctimas fatales asciende al menos a 30 desde principios de semana.
El tifón Doksuri, que se convirtió en una tormenta tras golpear Filipinas, barrió en los últimos días una parte de China con lluvias torrenciales, y Pekín y su gran región se vieron particularmente afectados, informó la agencia AFP.
Gracias a la calma en el frente meteorológico, las operaciones de limpieza continúan el sábado después de las peores precipitaciones en años, que destruyeron infraestructuras e inundaron barrios enteros.
La zona más afectada es Hebei, cerca de Pekín, donde enormes extensiones de agua inundan la provincia a lo largo de kilómetros.
En la ciudad de Baoding, que tiene 11,5 millones de habitantes y es conocida por su producción de acero, más de un millón de personas se ven afectadas por estas inundaciones, según el ayuntamiento, que informó el sábado de al menos 10 muertos y 18 desaparecidos en su jurisdicción, y más de 600 mil evacuados.
La situación también es crítica en Zhuozhou, donde gran parte de la población está inundada.
Fotos aéreas de la ciudad, tomadas el miércoles por la AFP, muestran calles comerciales transformadas en ríos de agua marrón y otras, tierras agrícolas completamente sumergidas.
Fenómenos meteorológicos extremos en los últimos meses
China sufrió fenómenos meteorológicos extremos en los últimos meses, desde olas de calor hasta lluvias torrenciales.
Los desastres naturales causaron 147 muertes o desapariciones el mes pasado, informaron los autoridades el viernes China, después de que las lluvias más intensas jamás registradas azotaran la capital del país.
El Ministerio chino de Gestión de Emergencias declaró que 142 de las muertes o desapariciones registradas en julio se debieron a inundaciones o desastres geológicos.